El ex Batallón de Comunicaciones 141 fue creado en 1936, y durante la última dictadura cívico-militar fue el sitio donde funcionó la central de inteligencia del Ejército (Destacamento de Inteligencia General Iribarren) que presidía las reuniones de los diferentes organismos de seguridad con asiento en Córdoba, y marcaba las directrices en la consecución del Terrorismo de Estado.

En el parque del campus sur de la Universidad Provincial de Córdoba está emplazado un conjunto de piezas (9) interactivas de ensamblaje escultórico y fotográfico que conforman el Parque de Memoria Cinética. Esta señalización artística del lugar alude al antiguo regimiento que funcionaba allí y al Terrorismo de Estado. Este piezas escultóricas fueron el resultado de una experiencia de encuentro que comenzó en clases de fotografía, donde a partir de ideas y reflexiones en las aulas, un colectivo formado por estudiantes, docentes y equipos institucionales, combinó el diseño, la fotografía, la arquitectura y la gestión cultural para instalar estas marcas de la memoria.

También se ubica una plazoleta (constituida como marca Cero) que reúne las referencias generales de la intervención y brinda la ubicación de cada una de las marcas en el predio. Un árbol que conmemora la vida de un soldado conscripto secuestrado en el lugar y que se encuentra desaparecido.

En el ingreso de la Ciudad de las Artes se encuentra emplazada una pintura del artista plástico Pont Vergez (donada por su familia) que alude a los desaparecidos de Córdoba y una placa de mármol recuerda que allí funcionó la central de inteligencia del Ejército. Al mismo tiempo en la entrada de la escuela de Artes Figueroa Alcorta una escultura de mármol titulada El grito del maestro de escultores Mario Rosso, donada por su familia, fue emplazada en la Semana de la Memoria del 2022. Éstas son las marcas y señalizaciones de memorias que conectan el pasado y el presente.